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Último día: Gobierno de Lacalle Pou se despide con «Uruguay más libre», un libro que resume su gestión

Con la idea de hacer un balance de sus cinco años de gestión, el gobierno de Luis Lacalle Pou elaboró un documento con un resumen de lo actuado desde el 1º de marzo de 2020 hasta este viernes 28 de febrero, el penúltimo día del nacionalista al frente de la Torre Ejecutiva.

El texto, al que accedió El País y que, según se proyecta, se imprimirá como un libro en las próximas semanas y se colgará en alguna web partidaria, comienza con una introducción que hace foco en el concepto de «libertad» como parámetro para juzgar la gestión de Lacalle Pou. Esta noción fue introducida por el propio Lacalle Pou cuando, en su discurso de asunción ante la Asamblea General el 1º de marzo de 2020, dijo estar convencido de que «si al final del período los uruguayos son más libres», entonces consideraría a su gestión como aprobada. «De lo contrario, habremos fallado en lo esencial».

En el documento, que tiene como redactor responsable a Aparicio Ponce de León —director de Comunicación de Presidencia—, se formula entonces la pregunta: «¿Es Uruguay más libre tras el 1.° de marzo de 2025?».

Lo que esta publicación pretende hacer, se asegura, es «contestar esa pregunta», y para eso se buscó «traducir la abstracción del concepto libertad en acciones y decisiones concretas que caracterizaron al gobierno de coalición», hacer una descripción de «los mojones e hitos» que apuntaron a la dirección planteada, y «descubrir si en cinco años se pudieron generar herramientas para que los uruguayos gocen de esa libertad».

El trabajo tiene seis capítulos que resumen las grandes líneas de gestión o capítulos de este gobierno, más un anexo.

El primero está dedicado a la administración de la pandemia por el coronavirrus, y el lema o pauta de conducta que Lacalle Pou popularizó cuando tomó la decisión de no decretar la cuarentena obligatoria, y exhortar en cambio a los uruguayos a seguir la «libertad responsable». Allí también se destaca que se hayan mantenido «los motores de la economía» en funcionamiento, y buscado «el apoyo a los más débiles», entre otros objetivos.

El segundo capítulo está dedicado a la Ley de Urgente Consideración (LUC), de la que se destacó su creación como respuesta de «reclamos populares» que se recogieron «durante años en todo el país». «La elaboración de una ley de esta naturaleza no era una idea antojadizo», se afirma.

«La LUC, que desde el gobierno se definió como justa, popular y necesaria, tuvo múltiples efectos en la libertad de los individuos —dice el resumen—. Fue la plataforma inicial sobre la que se diseñaron y ejecutaron las transformaciones más importantes del gobierno. Permitió recuperar el valor y el respeto a las normas democráticas de convivencia social. Puso el pie en el acelerador para salir del inmovilismo y para atender aquellas urgencias que era evidente que no podían seguir esperando».

La transformación educativa es el tema dedicado en el siguiente capítulo. Se asegura que el punto de partida era un diagnóstico del sistema educativo que estaba «lejos de ser positivo», y que la reforma instaló «una nueva forma de enseñar acorde a los tiempos que corren», y que, pese a las críticas en este sentido, se llevó adelante «junto a la comunidad docente».

La otra reforma que se hizo en este gobierno, la del sistema previsional, es el tema principal del cuarto capítulo, donde se asegura que «la responsabilidad de gobernar un país debe estar despojada de visiones cortoplacistas», y que eso «supone también tomar decisiones que en el imaginario colectivo pueden resultar impopulares, pero que todos saben íntimamente que son necesarias y que se hacen pensando en el futuro del país y su gente».

Sobre el diagnóstico del punto de partido —para cambiar un sistema que, en resumidas cuentas, implicó el aumento de la edad jubilatoria a 65 años, con un proceso de aumento gradual para las generaciones de 1973, 1974 y 1975—, se indicó que se estaba ante una «cuenta regresiva». «En términos sencillos: si no se hacía nada, peligraba el pago de las jubilaciones y pensiones, así como la inversión —cada vez más necesaria— en primera infancia y otras políticas sociales, como la dependencia de cuidados de larga duración».

El nombre del quinto capítulo es «Un Estado humanista y al servicio de la gente», en donde se aborda una discusión que ha planteado Lacalle Pou en varios de sus discursos: la eventual dicotomía —en la que él no cree— que representan el Estado y el mercado.

«Es muy usual caer en la tentación de utilizar ese esquema para catalogar a los gobiernos y gobernantes. Se trata de una falsa dicotomía, la discusión es estéril. Lo que importa es el propósito. La tarea de un gobierno nacional es cuidar los recursos públicos y ser justos cuando se gastan y se invierten. Ese fue el contrato que asumió el gobierno 2020-2025 con la población y que se implementó en los cinco años de gestión», se señala en el texto.

Más adelante, el documento sostiene que «el gobierno estuvo presente en los primeros años de vida» de los más chicos y en la consolidación de una red de atención social y de salud en todos los rincones del territorio». Asimismo, agrega, «se hizo cargo de tomar medidas para atenuar el gran problema de las familias que vivían en asentamientos, bajo condiciones indignas. Profundizó el acceso a la vivienda rural. También decidió acompañar y sostener a los que precisan segundas oportunidades por haber caído en las adicciones o en el delito. Se puso en práctica el concepto de que todos merecen la posibilidad de volver a empezar. Además se establecieron mecanismos efectivos de protección dirigidos a la tercera edad y a las personas en situación de dependencia».

El combate al delito, dice también el informe, se hizo «con una impronta humanista y pacificadora sin caer en el contrapunto entre la necesaria represión (…) y la rehabilitación de las personas privadas, abordando ambos aspectos».

El último capítulo está dedicado a la «libertad para trabajar y producir» y a la «responsabilidad en el manejo de los dineros públicos». Allí, como conclusión, se sostiene que quedó demostrado que «es posible atender las necesidades de la sociedad mediante un manejo responsable de las arcas»

«Al hablar de libertad para trabajar y producir, se entiende que un gobierno tiene que generar confianza en todo el conjunto de la sociedad», algo que a entender de este gobierno se cumplió.

Como adelanto, y como resumen a su vez, el texto afirma: «Se generaron más puestos de trabajo, cambió sustancialmente la infraestructura vial a lo largo y ancho del territorio nacional, mejoraron las condiciones para la comercialización de los productos y servicios tanto en el país como en el exterior, se ejecutaron proyectos de innovación e investigación que generaron valor en la cadena productiva, se implementaron acciones sustantivas en las políticas públicas que jerarquizaron la conservación del ambiente, existió una institucionalidad económica sólida y reconocida a nivel mundial que facilitó acceder al crédito, se invirtió en la universalización del acceso a cuestiones básicas como el agua potable o la energía eléctrica para quienes producen a diario en el medio rural, se invirtió en universalizar las telecomunicaciones y en la disposición de las tecnologías de la información».

Leé el documento aquí: 833626707-Uruguay-ma-s-libre

Fuente: El País