En el marco de los cuarenta años del retorno a la democracia en Uruguay, Yamandú Orsi asumió este sábado la Presidencia de la República. En su discurso inaugural, pronunciado ante ciudadanos, legisladores y mandatarios extranjeros, destacó el valor de la democracia, la importancia de los partidos políticos y los desafíos de su gobierno.
Orsi inició su discurso recordando que el 1 de marzo de 1985, tras la dictadura, Uruguay recuperó la institucionalidad democrática. Destacó que desde entonces, cada cinco años, los uruguayos han elegido a sus gobernantes en un proceso de alternancia pacífica. «Este es un país de partidos políticos, de acuerdos, de confianza en las instituciones», afirmó.
El presidente hizo hincapié en la necesidad de preservar el compromiso con la libertad, la verdad y la justicia. En ese sentido, subrayó que la democracia se fortalece con partidos políticos sólidos y con la participación activa de la ciudadanía.
En su mensaje, Orsi expresó su gratitud hacia los expresidentes presentes, Julio María Sanguinetti, Luis Lacalle Herrera y José Mujica, así como a los fallecidos Jorge Batlle y Tabaré Vázquez. También reconoció al mandatario saliente, Luis Lacalle Pou, por su gestión y su contribución a la continuidad democrática del país.
Principales desafíos de su gobierno
Orsi se refirió a las líneas de acción que orientarán su gobierno, destacando la necesidad de reactivar el crecimiento económico, fortalecer el empleo y mejorar la distribución del ingreso. Señaló que la estabilidad macroeconómica seguirá siendo una política de Estado, pero que también se priorizará la inversión en conocimiento, ciencia e innovación.
En cuanto al desarrollo productivo, anunció esfuerzos para potenciar el sector agroindustrial, consolidar el agronegocio y fortalecer la producción familiar. Además, destacó la importancia de un Plan Nacional de Aguas para garantizar el abastecimiento y la sustentabilidad de los recursos hídricos.
Sobre la seguridad, el presidente afirmó que su gobierno no tendrá «contemplación con el delito ni con la represión del delito», pero advirtió que «la solución será insuficiente si no se abordan las causas de la violencia». Enfatizó el compromiso en la lucha contra el crimen organizado, el narcotráfico y el lavado de activos, promoviendo la cooperación internacional en estas áreas.
En materia social, Orsi remarcó la urgencia de combatir la pobreza infantil y mejorar las condiciones de vida de las familias más vulnerables. «Un país que no cuida a sus niños, no se cuida a sí mismo», dijo. Destacó que uno de cada cinco niños y adolescentes uruguayos vive bajo la línea de pobreza, lo que calificó de «inadmisible» para un país de renta alta. Enfatizó la necesidad de garantizar la alimentación infantil, mejorar el acceso a la educación y apoyar a las familias, especialmente a las mujeres jefas de hogar, como parte de una estrategia integral para reducir la desigualdad.
También abordó la necesidad de fortalecer la salud mental con un enfoque integral que incluya aspectos sociales, sanitarios y comunitarios. «Debemos ir al encuentro de aquellos que quedaron olvidados», afirmó.
En relación con los derechos humanos, el mandatario afirmó que «la democracia gozará de una mejor salud el día que todas las familias uruguayas sepan dónde están sus familiares desaparecidos», reafirmando el compromiso del Estado con la búsqueda de verdad y justicia.
El presidente también hizo referencia a la inserción internacional del país, destacando el rol del Mercosur, la Celac y la OEA. Subrayó la importancia de fortalecer la cooperación regional y de promover una mayor integración económica y social.
Orsi cerró su discurso con un llamado a la unidad y al trabajo conjunto para construir un «mejor Uruguay». «No llegamos con la verdad revelada, ni con el afán de imponer. Llegamos con el compromiso de atender las necesidades urgentes del pueblo uruguayo», afirmó.
El presidente reafirmó su voluntad de liderar un gobierno basado en el diálogo y la escucha activa. «Hoy comenzamos», concluyó, destacando la importancia de la democracia, la república y los partidos políticos como garantes del pluralismo y la convivencia.
Fuente: Medios Públicos