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Coronabicho.uy: Ingeniero explica como funciona app de Google y Apple y por qué es segura

Foto: Montevideo Portal

Marcelo Fiori señaló que la aplicación no usa la geolocalización del celular y que no hay riesgo para la privacidad del usuario.

El sitio web Coronabicho.uy es impulsado por el matemático Antonio Montalbán y la ingeniera Natalia Bottaioli, y busca responder a la pregunta de cómo va a ser el fin de la pandemia a través de la epidemiología y la estadística.

El sitio cuenta con artículos sobre las estrategias de los países para afrontar la pandemia y la situación de la búsqueda de la vacuna, entre otros temas. El último de estos textos, publicado este lunes por el doctor en Ingeniería Marcelo Fiori, explica como funcionará la app que desarrolló Apple y Google y que estará activa en Uruguay y por qué no significa un riesgo para la privacidad de los usuarios.

Fiori, que además es docente en la Facultad de Ingeniería, explica que para que una aplicación diga si se estuvo cerca de un infectado de coronavirus no necesariamente tiene que tener acceso a la ubicación o a cualquier dato de la personas. La aplicación no usa la geolocalización del celular, sino el Bluetooth.

Así explica el funcionamiento de la app Fiori:

Supongamos que Alicia se instala la app (llamémosle «UyPasasteCerca») y se asegura de tener el Bluetooth de su celular siempre prendido. Esta aplicación, cada ciertos minutos, envía por Bluetooth algunas «palabras» aleatorias (es decir, secuencias de letras elegidas al azar, como, por ejemplo, 6tr3k9). Estas palabras son inventadas por el teléfono en el momento y no contienen ninguna información del usuario.

La aplicación también escucha estas «palabras» que envían los teléfonos que están cerca del de Alicia. Por ejemplo, si Braulio también tiene la app UyPasasteCerca instalada, tiene el Bluetooth activado, y está en el ómnibus sentado cerca de Alicia, entonces sus teléfonos están intercambiando palabras aleatorias.

La aplicación guarda tanto las palabras que envió como las que recibió en los últimos 14 días. Lo importante es que estas palabras no contienen nada de información, ni del teléfono de Alicia ni del de Braulio, ni del lugar donde intercambiaron palabras: nada. Son realmente un monton de letras «sin sentido».

Al día siguiente Alicia comienza a tener síntomas, se hace un test de COVID-19 y da positivo. Alicia puede indicarle a la app que suba las «palabras» aleatorias que envió en los últimos días, a una base de datos del sistema de salud.

Esto que hace Alicia es muy importante para Braulio, porque su teléfono, cada tanto, chequea la base de datos del sistema de salud donde se guardan las «palabras» enviadas por los celulares de todas las personas que dieron positivo al test.

Así, el celular de Braulio se da cuenta de que Braulio se puede haber contagiado, y la aplicación se lo notifica, por lo que él puede decidir quedarse en cuarentena, solicitar que se le realice un test, etc, y, principalmente, evitar contagiar a otras personas.

Este tipo de iniciativas tienen que coexistir con otros esfuerzos, como el procedimiento de rastreo manual de contactos que se está realizando, porque son complementarias. Con el procedimiento manual nunca se le podría haber avisado a Braulio que estuvo cerca de alguien que resultó estar infectado con COVID-19, ya que Alicia y él coincidieron en un ómnibus y no se conocían, con lo cual Alicia no tiene forma de avisarle. Por otro lado, el procedimiento manual puede llegar a personas que no tengan la app instalada, o que directamente no tengan teléfono celular.

Para que esta app ayude a controlar la epidemia es necesario que un porcentaje alto de la población la use (se estima un 60%).

Fuente: Montevideo Portal