Este magistral ejemplo nos habla sobre la debilidad del ser humano cuando es sometido a la presión ambiental, según Friedrich Nietzsche el mundo puede dividirse entre dos tipo de personas, las que siguen sus propios deseos y las que siguen a los deseos de los demás, las primeras son fuertes y no se dejan gobernar por nadie y las segundas son débiles y se limitan a seguir lo que dicen y hacen los demás.
Somos muy sumisos y acabamos admitiendo la idea de la mayoría.
Kant decía: “el ser humano es el único animal que necesita un amo para vivir”.
Para pensar.