El agua es el componente mayoritario de las células del cuerpo, por lo que es clave mantener una buena hidratación
Si bien siempre es necesario estar atento a la cantidad de agua que ingerimos, hay cuatro momentos en nuestro día a día a los que hay que prestarle especial atención.
Al estudiar
El cerebro recibe cerca del 20% del flujo sanguíneo, y cuando el cuerpo está deshidratado, el volumen de sangre baja. Por tanto, puede que el oxígeno y los nutrientes vitales que se transmiten no alcancen el cerebro de forma óptima.
Como resultado, las personas pueden tener dificultades para concentrarse, dolor de cabeza y estar más cansados. Si mentenemos una hidratación adecuada, el cuerpo se autoregulará.
Al manejar
Tal como fue mencionado, el cansancio y la falta de concentración son dos consecuencias de la deshidratación. Esto afecta directamente nuestro estado de alerta mental, algo que debemos cuidar mientras manejamos.
Además, pasar calor puede hacernos sudar y sufrir pérdidas de agua y sales. Por ello se recomienda ingerir frecuente bebidas durante un viaje largo.
Ejercicio físico
La deshidratación que se produce durante el ejercicio puede reducirse al ingerir agua u otras bebidas isotónicas.
La cantidad depende de varios factores, tales como la intensidad y la duración, el clima y las características de cada individuo. En lugares muy cálidos y húmedos, lo recomendable es realizar deporte en el exterior de mañana o al atardecer.
Es importante tener en cuenta que el rendimiento físico suele disminuir cuando la deshidratación supera un 1-3% del peso corporal, aproximadamente.
En el trabajo
Algunos factores como el estrés o la calefacción en el lugar donde trabajamos pueden afectar el funcionamiento del cuerpo y aumentar la pérdida de agua. Más que nada cuando realizamos un trabajo físico, el sudor es superior a la ingesta de agua y se produce un déficit. Estas situaciones afectan directamente la productividad y seguridad del empleado.
Hay que ser cautos con las oficinas que tienen aire acondicionado, ya que presentan un ambiente con bajo contenido de agua. Por esto, es importante mantener una adecuada hidratación durante la jornada laboral y así también evitar dolores de cabeza y dificultades de concentración.
Fuente: Montevideo Portal