Con el traslado de los 132 internos que se encontraban en la vieja cárcel, ubicada en el centro de la ciudad, se completó el proyecto de mudar la cárcel de Tacuarembó al mismo predio donde se encuentran el anexo chacra y el sector femenino.
La mudanza, que se enmarca en los lineamientos trazados en el “Plan Dignidad Carcelaria”, se realizó a un edificio que tiene capacidad para 150 personas y que apunta a que todos los privados de libertad tengan la posibilidad de trabajar y estudiar. “En esta cárcel hay que trabajar. Si no trabajan no son dignos de quedarse en este lugar. La rehabilitación acá se cumple en su totalidad, todos van a trabajar para luchar con el principal enemigo que tiene la cárcel que es el ocio. Nosotros tenemos la obligación de darle la oportunidad a los internos, prepararlos, que tomen hábitos de trabajo”, dijo Luis Mendoza, director del Instituto Nacional de Rehabilitación.
En la misma línea se expresó el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, enfatizando en la importancia de la rehabilitación para la posterior vida en libertad. “Queremos que se rehabiliten, no lo queremos castigar. Queremos llevarlos a una instancia de reclusión para que puedan tener un aprendizaje, para que entiendan que la sociedad les da una nueva oportunidad, que puedan integrarse a la misma y no seguir por el camino de la delincuencia”, señaló.
El traslado de los internos se realizó en tres tandas de acuerdo al nivel de progresividad y contó con el apoyo de efectivos de distintas reparticiones de la Jefatura de Policía de Tacuarembó.
Fuente: Ministerio del Interior Uruguay