Una joven isabelina estaba a pocos metros del terreno que se incendió, a causa de un hombre que tiró combustible en el pasto y luego prendió el fuego; pero se propagó tanto que no lo pudo controlar.
La joven contó cómo fue el momento: “Miro para el frente y veo al señor tirando gasolina al pasto y luego prendió fuego. Y pensé que sabría controlarlo pero cuando el fuego aumentaba decidí llamar al 911 cuando él me decía que no”.
Finalmente el fuego se pudo controlar gracias a la acción de los vecinos, que evitaron que sucedieran daños mayores, dado que la casa de un isabelino corría riesgos.