«Mi recuerdo a los que no volvieron, un abrazo a los que regresamos y por sobre todo un agradecimiento a sus descendientes», escribió Carlitos Páez.
El 13 de octubre de 1972 quedó marcado en la historia nacional como el trágico día en que un avión de la Fuerza Aérea Uruguaya, que entre sus 45 pasajeros transportaba a un equipo de rugbiers del Old Christians, se estrelló en la cordillera de los Andes.
Doce murieron a causa de la caída, y los sobrevivientes tuvieron que soportar entre otras cosas la cordillera, el hambre y los treinta grados bajo cero durante las noches.
Otras 17 fueron falleciendo en el transcurso de los días. El 23 de octubre una radio – a la que se logró hacer funcionar tras mucho esfuerzo- anunció a los sobrevivientes que la búsqueda se había suspendido y los daban por muertos. En ese momento los jóvenes, debilitados por la falta de comida, tomaron la decisión de comer la carne de sus compañeros muertos para poder seguir viviendo.
El rescate de 16 de ellos con vida, el 23 de diciembre de ese año y cuando ya se habían suspendido las tareas de búsqueda, transformó al accidente en leyenda mundial, reeditada cada año en charlas, conferencias, documentales y películas.
Los entonces jóvenes que pasaron 70 días en la nieve, alimentándose con la carne de sus compañeros muertos en la tragedia, siguen hasta hoy dando testimonio del sufrimiento pero también de la fuerza y la esperanza.
Carlitos Páez, uno de los sobrevivientes, recordó la fecha a través de las redes sociales. «Hoy a 48 años del inicio de esta historia increíble. Mi recuerdo a los que no volvieron, un abrazo a los que regresamos y por sobre todo un agradecimiento a sus descendientes. Sin duda esta historia es un homenaje a la vida», escribió.
Cientos de personas dejaron sus recuerdos para los protagonistas de uno de los hechos más impactantes del siglo XX.
Fuente: Montevideo Portal D-revistas.com