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«Acción por el agua y por la vida» planta bandera sanitaria en la Correntada y El Naútico

La tarde de hoy, isabelinos acompañaron a la convocatoria que realizó el grupo Pachamama de Montevideo (colectivo ecologista) por el tema preocupante de las cianobacterías.

Para ellos esto es un primer paso, para llamar la atención sobre el tema.

Porque lo que buscan es que la gente luche por el río, que lo cuide, lo controle y trate de que el río sobreviva como ecosistema vivo y por ende los seres vivos que en el habitan y mantenerlo limpio para que se pueda seguir disfrutando.

Mira lo que nos cuentan aquí:

http://www.facebook.com/infopracticapaso/videos/2813842368696722/

El Grupo Pachamama, tiene como premisa:

¿Por qué plantamos banderas a la orilla del río?

En la antigüedad, cuando no existían instalaciones sanitarias domiciliarias, el río tenían como finalidad principal proveer del vital elemento a la comunidad. Eran por lo tanto inevitables puntos de encuentro donde los vecinos se proveían libremente del preciado líquido. Configuraba un sitio sagrado, pues el bienestar y la salud del río se traducían en bienestar y salud para la gente. Si este se secaba o contaminaba, esto redundaba en serios problemas para la comunidad.

En la actualidad, los ríos siguen siendo símbolo de vida, de re-unión, un espacio donde se percibe bienestar, equilibrio, paz y armonía.
En Uruguay, en la región, en buena parte del planeta, están matando las fuentes de agua naturales, fuentes de vida por excelencia.
Ocurre desde hace muchos años. Décadas. Pero es hoy que esta trágica realidad estalla delante de nuestros ojos en forma de manto infinito de cianobacterias.

Es cierto que las cianobacterias existen hace cientos de millones de años. Siempre las hemos visto, en forma aislada, en lagos estancados, en épocas de calor. Nunca, jamás, se había visto al Río Uruguay –por mencionar a uno de los grandes ríos afectados-, de costa a costa, a lo largo de cientos de kilómetros, totalmente cubierto de las fluorescentes floraciones. No es admisible.

Ante esto, no podemos hacernos los distraídos. No debemos. Porque la eutrofización, a mediano plazo, significa la muerte del curso de agua del que dependemos.

Cientos de miles de uruguayos atravesamos a diario puentes sobre estos arroyos muertos, sin mirarlos, porque no tenemos valor ni interés en ver lo que en ellos se refleja: Nosotros mismos. Nuestra imagen de Pueblo decadente. Parece mentira, pero hemos agachado la cabeza para resignarnos ante lo intolerable. Aprendimos a no ver.

Seguro que nuestros abuelos habrían deseado que nosotros paseáramos y tomáramos el agua fresca de aquellos arroyos de los que tanto disfrutaron. Tal vez creyeron en el progreso prometido. Fueron ingenuos o ignorantes. ¿Quién podía entonces imaginar la muerte de un río? ¿Quién podía pensar que un diputado u otro funcionario público podía permitirlo?

Hoy, los principales cursos de agua del país, el Río Uruguay, el Río Negro y el Santa Lucía, entre otros, están siguiendo el mismo destino que los arroyos montevideanos cómo el Miguelete y el Pantanoso. Las cianobacterias lo están avisando de forma clara e incontestable. Las razones de la eutrofización no son muy distintas a las que provocaron la muerte de aquellos: Promesas de progreso, de empleo, de divisas.
Antaño, eran industrias manufactureras nacionales, propiedad de poderosos inversores generalmente amigos de políticos influyentes, expertos en la explotación de trabajadores, decididos a multiplicar el capital a cualquier precio, incluso a costa de los arroyos.

Hoy, son industrias extractivistas, agroindustrias cerealeras, celulósicas y frigoríficas, a una escala que impactarían gravemente en cualquier lugar del mundo, concentradas en este estrecho territorio.

Es cierto que el calentamiento global incide en el problema. Lo mismo la falta de adecuado tratamiento a las aguas servidas de pueblos y ciudades. Sin duda, son aspectos que también deben ser atendidos, y con urgencia.

Mientras tanto, ¿qué responsabilidad tenemos nosotros, el Pueblo? El silencio y la inacción nos convierten en cómplices de este ecocidio.

Por eso realizamos estás intervenciones: Como un acto desesperado por recuperar el sentido más esencial de la defensa de nuestros derechos fundamentales. Porque tenemos la responsabilidad dejar el planeta en condiciones para quienes vendrán después de nosotros, aquellos de quienes ya somos ancestros. Porque sin Agua no hay vida, no hay dignidad ni libertad posibles.

Asamblea Pachamama
Asamblea por el Agua del Río Negro