Godín con un cabezazo y Valverde tras zapatazo reventaron el palo en dos ocasiones en un partido donde Uruguay nunca estuvo cómodo.
Uruguay empató sin goles ante Corea del Sur en su debut en el grupo H del Mundial de Catar, en un duelo donde no se lo vio cómodo, pero en el que reventó dos veces el palo en chances muy claras de anotar.
El partido comenzó con una presión alta de los asiáticos buscando complicar la salida de los nuestros, que trataron de asentar líneas y estar ordenados desfensivamente para luego ir ganando metros.
Bentancur era el hombre más retrasado de los volantes, encargado de recibir y ser pistón en la salida, mientras que Núñez volcado sobre la izquierda y Pellistri sobre la derecha, estaban obligados a recorrer la banda, también defensivamente.
Lo cierto es que en diez minutos la pelota era de los rojos, que iban mucho por derecha con el lateral Moon-Hwan Kim y el delantero Kim Sang-Ho Na, que buscaron generar desequilibrio por la banda de Olivera.
La primera vez que los celestes pisaron el área rival fue a los 12′ cuando Vecino peleó una pelota, que luego robó el propio Olivera que devolvió, pero el de Lazio no pudo cabecear con potencia.
Como los circuitos no se generaban, sobre los 20′ la pelota larga comenzó a ser una opción, así apareció un pase largo de Giménez que bajó Valverde y pateó sin pensar, saliendo apenas alta.
Otro pase de larga distancia lo aprovechó Facundo Pellistri que le ganó la espalda al lateral por derecha y la puso al medio de cabeza, pero Núñez no llegó a conectar.
A esa altura nuestra selección se paró en el cotejo con otra prestancia, ya era más peligroso y podía hacer entrar mucho más en juego al Halcón, lo cual siempre da beneficios.
La apertura pudo llegar en una gran contra tras una conducción de Olivera por carril central, pero que careció de precisión a la hora de darle la asistencia a Núñez para la definición por izquierda.
Y a los 33′ sufrimos el gran susto del partido cuando los de Bento generaron una gran asociación de toques, poniendo la pelota entre Olivera y Giménez para que Na sólo, pusiera la asistencia a Hwang Ui-Jo, que pateó desde el punto penal y la mandó muy alta ante la desesperación de Rochet.
Un cierre de primer tiempo donde los coreanos volvieron a tomar las riendas, con un Suárez que no tocó casi la pelota, Pellistri controlado y con problemas para mover la pelota.
A los 43′ llegó la chance más clara de todas y fue de pelota quieta. Un córner que conectó con testarazo Diego Godín ganando en el área, dio de lleno en el palo cuando Seung-Gyu Kim ya nada podía hacer. Empate sin goles y al descanso.
Poco y nada
El complemento inició de la misma forma que lo anterior, con los coreanos manejando el esférico, tratando de asociarse y terminar desbordando por las bandas y obligando algún corte preciso de la defensa para que no pasara a mayores.
Los minutos fueron pasando y nuestro país no encontraba caminos para ofender lo que hacía pensar que en breve el Tornado iba a apostar por cambios para conseguir algo más de juego, una carencia que era clara.
A los 62′ una corrida de Núñez tras un pelotazo de Godín lo encontró ganando en velocidad, entrando al área, pero muy solo ante la defensa ya que el «Pistolero se fue al segundo palo. No pudo concretar y un minuto después se dio el ingreso de Cavani por el delantero salteño.
Con el crecimiento de Bentancur y alguna aparicion de Valverde, el equipo comenzó a manejar algo más la pelota, tocando, tratando de avanzar, pero sin ideas para los cierres de las acciones, que generalmente terminaron en centros.
Un remate de Jo desviado fue la antesala para el ingreso de Viña y De La Curz por Olivera y Vecino, tratando de aprovechar el cierre para buscar algo más, que pudo llegar a los 81′ cuando Núñez encaró enganchó y remató cruzado, saliendo muy cerca.
El último intento del entrenador fue colocar a Guillermo Varela por Facundo Pellistri a los 87′, acción final para ir por los tres puntos con algún centro que encontrara soluciones.
Un remate de Federico Valverde que reventó el palo a los 89′ hizo ilusionar a todo un país, pero la suerte no estaba del lado celeste, en un duelo que pareció irse sin goles.
Siete minutos de adición y un par de tiros de media distancia de los asiáticos para sufrir algún sobresalto, sentenciando el empate a cero con que Turpin pitó el final.
Fuente: FútbolUy