Denuncias sobre el aspecto logístico y salarial del Censo 2023 han encontrado eco en algunos medios de comunicación desde hace algunas semanas, en los cuales se hace referencia a los incumplimientos contractuales del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) hacia los censistas y personal de apoyo.
En este sentido, una censista de Paso de los Toros que pidió no revelar su identidad por temor a represalias, explicó a Infopráctica que en un principio les ofrecieron 30 mil pesos mensuales, y en las dos veces que han cobrado, solo les han pagado 18 mil pesos por cada mes de trabajo (mayo y junio).
Dice la denunciante que cada vez que realizan un reclamo por los montos recibidos, les dan distintas excusas sobre el punto, «los censistas estamos reclamando el sueldo que nos prometieron, nada más que eso», y afirma que ello constituye un incuplimiento del contrato. Incluso les prometieron que en 10 días les iban a hacer llegar los recibos de pagos y copias del contrato, para de esta forma verificar lo que están percibiendo salarialmente.
Esto coincide con lo que refleja el medio Cara & Caretas, el cual publicó el pasado 5 de julio que la Asociación de Empleados de Estadísticas y Censos (AsEEC), denunció que en el primer llamado habían ofrecido un sueldo nominal de 15 mil pesos y otros 15 mil por destajo, lo que redondeaba un ingreso de 30 mil pesos. Para el 14 de febrero, en las bases del llamado figuraba esa forma de remuneración y siguió publicado así hasta el 15 de marzo, pero a la hora de firmar no le dieron copia del contrato y se les comunicó que el ingreso solo sería como destajo.
Dice también el reportaje que muchos encuestadores se encontraron con problemas técnicos en la plataforma del INE después de la capacitación previa al comienzo del censo; y a otros les han asignado zonas deshabitadas por la actividad del verano, habiéndoles prometido una bonificación extra por cada casa y persona censada, incidiendo ésto directamente en sus ingresos.
«El incentivo laboral de 600 pesos diarios no se pagó y esto provocó que el 10 de junio, primer día de pago hubiera una deserción importante, situación que se espera se agrave para el segundo día de cobro, el próximo 10 de julio», dice el reportaje.
Además, los destajistas denuncian «que se les exige productividad pero se encuentran con que, por ejemplo, el Sistema Operativo del Censo se cae, a veces hasta por seis horas, y que muchas veces las tablets que les han entregado no funcionan, o que los códigos ingresados en el pre censo están mal, o hay dificultades para ingresar los datos de la encuesta al sistema, o que no les ha entregado tarjeta STM o viático de combustible para cubrir grandes distancias».
Finalmente, el trabajo de este medio, refleja que hasta los controladores del Censo que están en una suerte de Call Center, se han visto afectados porque sus condiciones laborales también cambiaron a último momento. A la fecha, el INE no ha dado respuesta a estas demandas.
Lea el reportaje de Caras & Caretas AQUÍ.
Fuente: Caras&Caretas