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Día Mundial del Cáncer de la Sangre: Pacientes y especialistas buscan visibilizarlo

Día Mundial de Concientización

Este 28 de mayo se conmemora el Día Mundial del Cáncer de la Sangre, fecha que busca concientizar y dar relevancia a la importancia de la detección precoz de estas patologías hematoncológicas.

El cáncer de la sangre es menos frecuente que los sólidos, pero es necesario concientizar sobre la importancia de un diagnóstico temprano porque con ello se logra una mejor supervivencia del paciente. El inicio del tratamiento en las etapas tempranas de la enfermedad es clave.

Desde la Alianza de Pacientes Uruguay, asociación Civil sin fines de lucro que une las voces de diferentes colectivos y pacientes de diversas patologías del país, se busca empoderar, informar y concientizar a los pacientes del país, y por lo tanto refuerza la importancia de que ante los primeros síntomas se realice una consulta médica.

En el marco de los valores y lineamientos estratégicos de la Alianza de Pacientes, se desarrollan actividades de Incidencia Política, Formación, Investigación, así como la organización de jornadas de debate y reflexión sobre temas de actualidad que preocupan y ocupan a todos los Pacientes.

Este 28 de mayo se conmemora el Día Mundial del Cáncer de la Sangre, fecha que busca concientizar y dar relevancia a la importancia de la detección precoz de estas patologías hematoncológicas.

Los canceres de la sangre más frecuentes son los Linfoma no Hodgkin, las leucemias crónicas y el mieloma múltiple. Entre estos tres más frecuentes, en Uruguay se diagnostican unos 450 casos al año.

Los Linfoma no Hodgkin tienen una incidencia general entre 30 y 70 nuevos casos por millón de habitantes y por año; la leucemia linfoide crónica (tipo más común de leucemia) tiene una incidencia de 30 casos por millón habitantes y el mieloma múltiple tiene una incidencia de unos 40 casos por millón habitantes año.

La Dra. Sofia Grille, profesora agregada de la Cátedra de Hematología de la Facultad de Medicina, reseñó que la médula ósea es el órgano donde se originan y maduran las células que forman parte de la sangre y es el sitio donde la mayor parte de los cánceres de la sangre se originan. También se pueden originar en las células que forman parte de los ganglios linfáticos (linfocitos).

Los tipos más comunes de cánceres de la sangre son los linfomas, el mieloma múltiple, las leucemias (agudas y crónicas) y los síndromes mielodisplásicos. La presentación clínica, forma de diagnosticarlos y tratarlos es distintas entre los diferentes tipos de enfermedades hemato-oncológicas.

En algunos tipos de cánceres hematológicos el diagnóstico precoz determina mayor posibilidad de recibir tratamientos menos agresivos y más eficaces que los que se aplican en etapas más avanzadas.

Además, es determinante también el estado general del paciente al diagnóstico se vea menos alterado y tolera mejor el tratamiento y que la enfermedad este menos avanzada y, por tanto, exista menor compromiso de otros órganos y sistemas del organismo.

Para el caso de cánceres hematológicos muy agresivos como la Leucemia aguda o algunos subtipos de linfomas muy agresivos, ninguna prueba de detección ha mostrado ser útil para diagnosticarlos precozmente. “La evolución tan rápida de este tipo de enfermedades hace que el período entre los primeros síntomas y la consulta sea breve. Un hecho importante es que, si aparecen síntomas vinculados a la anemia, sangrados, infecciones, crecimiento de ganglios muy rápidamente se consulte rápidamente antes de tener un sangrado grave o proceso infeccioso u otra complicación que comprometa la vida”.

Síntomas de alerta

Sobre los síntomas a los que hay que estar alertas, una de las cosas que hay que tener en cuenta es que las manifestaciones clínicas son muy diferentes entre las distintas enfermedades mencionadas.

Los síntomas de los linfomas son muy variables y dependen de cada tipo específico de linfoma y de los órganos que estén afectados. Hay que estar atentos a inflamación de ganglios, fiebre, sudoración nocturna, pérdida de peso, fatiga e infecciones de repetición.

En la Leucemia linfoide crónica los principales síntomas pueden ser cansancio, aumento de tamaño de los ganglios linfáticos e infecciones repetidas. No es extraño que haya aumento del tamaño del bazo o del hígado. A diferencia de lo que ocurre en los linfomas, la fiebre, la sudoración nocturna y la pérdida de peso no son frecuentes (10%).

En el mieloma múltiple se pueden presentar dolores óseos, sobre todo en la columna vertebral, costillas y caderas. También ocasiona anemia que se percibe habitualmente como cansancio, falta de energía y fatigabilidad. La anemia también puede sospecharse por palidez de la piel o la conjuntiva ocular, entre otros síntomas.

Tratamientos disponibles

Hay que tener en cuenta que cada una de las enfermedades hematológicas tiene un tratamiento diferente. Las distintas herramientas terapéuticas que se utilizan actualmente son quimioterapia, radioterapia y trasplante de médula ósea en sus diferentes modalidades.

Para muchas enfermedades, en los últimos años se han desarrollados tratamientos dirigidos específicamente a la célula tumoral como son anticuerpos monoclonales, inhibidores de proteínas que tienen sobre-expresadas las células tumorales y otros fármacos que se dirigen específicamente a determinada alteración genética que tiene la célula tumoral.

En Uruguay se cuenta con radioterapia, con prácticamente todos los agentes quimioterápicos convencionales y son cubiertos por los prestadores de salud.

El Fondo Nacional de Recursos financia algunos de los nuevos fármacos de alto precio, muchos de los cuales son dirigidos específicamente contra la célula tumoral. “Disponemos en nuestro país de algunos otros nuevos medicamentes algunos de los cuales no tienen cobertura por los prestadores de salud ni el FNR. Tampoco disponemos actualmente en nuestro país de ensayos clínicos donde incluir a estos pacientes”, acotó Grille.

Fuente: Durazno Hoy