Los estudios científicos muestran que el coronavirus se hace menos agresivo, eso permite esperar que en el otoño boreal no llegue la segunda ola del covid-19, dijo a Sputnik el eminente virólogo y vicerrector de la Universidad Vita-Salute San Raffaele de Milán, Massimo Clementi.
«Ya en mayo nuestros médicos notaron la progresiva disminución de la agudeza de la enfermedad en los pacientes con coronavirus hospitalizados. Se registró la reducción tanto del total de los infectados como del número de aquellos que necesitaban terapia intensiva, en particular por neumonía, al mismo tiempo aumentaron los pacientes que podían recibir tratamiento en su domicilio», refirió.
Un cambio tan serio del cuadro clínico exigió explicación científica, a lo que se dedicó el personal del laboratorio de microbiología y virología del Hospital San Raffaele, informó Clementi, quien encabeza este laboratorio.
«Organizamos un estudio durante el cual comparamos a 100 pacientes internados del 1 al 15 de marzo y otro centenar que ingresó en la segunda mitad de mayo, y descubrimos que la carga viral en la etapa inicial de la epidemia era decenas de veces más alta que a finales de mayo», refirió.
(La carga viral se calcula mediante la evaluación del número de las partículas virales contenidas en un volumen determinado del líquido biológico).
El mejoramiento del cuadro clínico acompañado de la disminución de la carga viral permite suponer que el virus se debilita, todavía no se puede afirmar a ciencia cierta, pero es muy probable que así sea, señaló el científico.
La conclusión sobre el debilitamiento del virus encuentra confirmación en datos que llegan de otros países, que viven diversas etapas de la epidemia.
Clementi habló de un reciente estudio de científicos de Londres, basado en datos recibidos de China, Europa y EEUU, que permitió detectar mutaciones en determinadas zonas del genoma del virus, y señaló que eso significa que el virus se caracteriza por su alta plasticidad y su adaptación al organismo humano.
Tal proceso se desarrolla en todos los países, independiente de su posición geográfica y la etapa de la epidemia, y es probable que lleve a la reducción del potencial patógeno del virus, a la disminución de su virulencia; el virus puede debilitarse hasta el grado de ser capaz de provocar, solamente, enfermedades respiratorias banales, como otros coronavirus, supuso el científico.
Preguntado sobre la probabilidad de que en otoño (en el hemisferio norte) llegue la segunda ola de la pandemia, Clementi dijo: «No me gustaría asumir el papel de oráculo, pero espero que eso no suceda».
Fuente: Montevideo Portal