El fotógrafo captó al cometa en medio de su proyecto «Mirá las estrellas», que busca recuperar la noche natural, perdida a causa de las ciudades.
Luego de tres años de planificación, el fotógrafo Fefo Bouvier, conocido por sus espectaculares imágenes nocturnas, inició en mayo el proyecto Mirá las estrellas, con apoyo de los Fondos Concursables del MEC.
El objetivo, según él mismo lo explica, es «explorar, documentar y difundir los mejores paisajes uruguayos para ver las estrellas.»
«El interés por experimentar un cielo nocturno intacto está aumentando en todo el mundo porque la mayoría de nosotros hemos perdido la noche natural a causa de la contaminación lumínica de las ciudades. A su vez, la popularización de la astrofotografía, resultado del desarrollo de mejores sensores en las cámaras fotográficas, ha creado una nueva ola de interés en la astronomía. Este proyecto nace como respuesta a esta realidad, una búsqueda para tender un puente entre la fotografía, la astronomía y la cultura», señala.
Esta exploración lo ha llevado desde mayo a algunos de los paisajes naturales más imponentes del país, como las sierras de Mahoma, el Valle del Hilo de la Vida, el Parque Salto del Penitente o el Cerro Buena Vista.
«Son sitios que tienen ciertas características, como estar alejados de las ciudades, ser paisajes naturales, tener poca contaminación lumínica, poseer algún contenido histórico, cultural o patrimonial, y que además permitan alojarse en la noche (sea camping , cabaña, hotel, etcétera)», explica Bouvier a Montevideo Portal.
En julio, cuando le tocaba el turno de ir a las sierras de Mahoma, en San José, coordinó todo para que su presencia coincidiera con la aparición del cometa NEOWISE en Uruguay.
El cometa no sería visible a simple vista -para entonces se estaba alejando del Sol y la Tierra, con una magnitud muy débil- pero sí para el ojo artificial de las cámaras.
«Los sensores de las cámaras digitales tienen la capacidad de capturar más luz de la que puede percibir el ojo humano; pueden recibirla por un minuto -o más incluso- y lograr así una fotografía de larga exposición que muestra mucho más detalle del cielo de lo que se ve a simple vista», explica.
Pese a que la Luna estaba creciendo y su brillo, a su vez, dificultaba cada vez más la tarea de capturar al cometa en fotografías, se puso a la tarea «con paciencia, técnica y algo de suerte». El resultado es la espléndida toma que ilustra esta nota, lograda el martes 28 de julio luego del atardecer.
Se trata de una fotografía compuesta a partir de una decena de fotos de larga exposición del cometa tomadas de forma consecutiva -posteriormente apiladas para mejorar el detalle-, y una fotografía del paisaje de las sierras, minutos antes, durante la hora azul.
Otro viaje
«Busco una aproximación artística, de tal modo que sea atrapante para las personas y que les dé ganas de salir afuera, a ver las estrellas», cuenta Bouvier sobre las fotocomposiciones.
Sus jornadas fotográficas le han brindado los hábitos de un murciélago. «Mis jornadas son como las del trabajo de campo: de sol a sol, pero al revés», bromea.
En sus expediciones a la caza de las estrellas, se queda tres o cuatro noches en cada lugar. «Es una ventana pequeña la que se abre para sacar las fotos porque depende de la luna nueva, ya que con la luna llena se hace difícil ver demasiadas estrellas», dice a Montevideo Portal.
En ese caso, la contaminación lumínica es natural, pero una de las máximas preocupaciones de Bouvier es la contaminación lumínica artificial, como se mencionaba al comienzo. «Hay que generar conciencia sobre esos efectos, que la gente aprecie lo bueno que es tener un cielo natural en la noche», insiste. Prueba de ello es que él haya tenido que lanzarse a la aventura de hacer cientos de kilómetros para poder captar la noche natural que perdimos a causa de las ciudades.
Podés seguir el proyecto (@miraalasestrellas) y a su cuenta (@fefobouvier) en Instagram
Fuente: Montevideo Portal
