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Empresas de TV cable podrán ofrecer internet: ¿por qué reclamaban el permiso?

A través de varias resoluciones firmadas el martes 14 por el presidente Luis Lacalle Pou, cinco empresas de TV Cable (tres de Montevideo, una de Canelones y otra de Colonia), fueron autorizadas a brindar servicios de acceso a internet. Con esta decisión, que responde a un viejo reclamo de los cableoperadores, Antel perdió el monopolio del servicio de transmisión de datos por vía alámbrica.

Las empresas beneficiadas con estas resoluciones habían obtenido en 2016 fallos favorables de la Suprema Corte de Justicia a los recursos de inconstitucionalidad presentados contra un artículo de la Ley de Medios, del año 2014, que prohíbe a los prestadores de servicio de comunicación audiovisual prestar al mismo tiempo “servicios de telecomunicaciones de telefonía o transmisión de datos”.

¿Qué consecuencias tendrá este cambio?

Para ahondar en el tema, En Perspectiva conversó este viernes con Washington Melo, presidente de la Cámara Uruguaya de Televisión por Abonados (CUTA) y gerente del consorcio Libertad Digital de San José.

En primer lugar, Melo aclaró que CUTA es una «institución sin fines de lucro que nuclea a 81 cableoperadores del interior» del país, lo que según dijo «prácticamente es el universo de los cables» ya que quedan «cuatro o cinco» empresas que no son socios de la cámara.

Dijo que la televisión por abonados en el interior tiene las mismas limitaciones que tienen otras industrias que operan fuera de la capital sumados a estar «encorsetados en un modelo de negocios que ya no existe en el mundo».

Al ser consultado sobre por qué de ese amplio conjunto de empresas solo dos del interior fueron beneficiadas con esta nueva posibilidad, Melo explicó que se debió a un procedimiento formal ante la Suprema Corte de Justicia.

«Cuando se aprobó la actual Ley de Medios, los cables recurrimos varios artículos de esa ley, entre ellos el artículo 56 por un tema formal. Nosotros no adjuntamos en el expediente con el escrito que se presentó, la solicitud de licencia y la denegatoria de la Ursec (Unidad Reguladora de Servicios de Comunicaciones). Algunos cables lo habían presentado y recibieron la denegatoria, otros no. Pero ninguno de nosotros (quienes quedaron afuera) lo presentamos, por lo tanto la Suprema Corte entendió que no teníamos legitimidad activa, porque no nos abarcaba la ley en ese momento», explicó.

«No se adjuntó la constancia en el escrito y bueno, la Suprema Corte los desechó por un tema formal», agregó.

«Frente a la denegatoria de la Suprema Corte y frente, además, a la política de telecomunicaciones que había determinado el gobierno en ese momento, nosotros optamos por y tuvimos la posibilidad de hacer un acuerdo con Antel. Un acuerdo bastante amplio el cual hasta el día de hoy está vigente, en el cual nosotros solucionábamos —eso hay que decirlo con total claridad— el problema mayoritario de los pequeños cables del interior, en todos los aspectos relacionados a la digitalización de los contenidos y de incorporar contenidos de calidad para poder competir con las empresas multinacionales que este operan en el país. Ese acuerdo fortaleció muchísimo nuestra oferta desde el punto de vista técnico, ya que usando la fibra óptica de Antel, algunas empresas que están en más de una localidad hacían la inversión en una sola localidad y transportaban por la fibra de manera segura esos contenidos a otras localidades», ahondó.

«O, como se construyó en el Data Center de Antel, una cabecera única donde se han ido incorporando contenidos que se distribuyen también mediante fibra óptica y lo pueden recibir los socios de CUTA que hagan los acuerdos con Antel», añadió.

Dijo que luego de eso no abandonaron «la lucha» porque necesitaban fortalecer la pata del negocio que era la televisión para abonados frente al advenimiento de la digitalización. «La verdad es que nunca abandonamos la bandera de anexar el servicio de internet a la prestación que damos por cable», sostuvo.

Manifestó que hay un desafío porque los clientes ya no están dispuestos a sentarse frente al televisor a ver lo que el cable está emitiendo en ese momento, sino que quiere poder seleccionar qué producto consumir en «el momento que tenga ganas», haciendo referencia a servicios de video por streaming como Netflix o similares.

Esos cambios hacen que el modelo de negocios que tienen las empresas de televisión para abonados desde hace 30 años quede «cada vez más obsoleto», lo que ha generado que hayan perdido muchos clientes.

«De julio a diciembre de 2021, la cantidad de abonados cayó un 6 %, o sea que esta caída de abonados se viene incrementando año a año», afirmó.

Fuente: Montevideo Portal