La Casa del Adulto Mayor Isabelino (CAMI) es un Centro de Día que brinda cuidados a personas mayores de 65 años en situación de dependencia leve o moderada; allí se realizan actividades culturales, recreativas y de estimulación física y cognitiva junto a un equipo de profesionales.

En nuestra ciudad funciona desde hace 5 años en la Asociación de Jubilados y Pensionistas, ubicado en Rivera 957 esq. Paula Bermúdez de Godoy; es el único establecimiento con estas características en todo Tacuarembó. Funcionan con un equipo técnico, cuidadores y auxiliares de servicio, que incluye directora, coordinadora, psicóloga y las facilitadoras de talleres.

Conversamos con Lila Cornalino, que es la presidenta de la comisión que gestiona el funcionamiento del CAMI, y con Griselda Piñeiro que es la coordinadora, para conocer las actividades que realizan y sobre la reciente invitación para nuevos integrantes; y es que el CAMI tiene una capacidad para 30 personas, pero actualmente asisten 22, es decir, disponen de 8 cupos para que otros mayores se unan a este centro.

«Funcionamos de lunes a viernes, de 8:30 a 12:30 horas en invierno, en verano unas horas más, pero no es obligatorio asistir los cinco días, es según la disposición de la persona», nos indica Cornalino quien añadió que ya hay varios postulantes a los que el Mides está visitando para conocer su perfil, ya que dependen del Sistema de Cuidados de dicha cartera.

Por su parte, Piñeiro dijo que los asistentes realizan varios talleres a la semana, «al llegar se toman un tecito, luego iniciamos con educación física, manualidades, danza y movimiento, canto, bochas, o las actividades que ellos propongan, en el intermedio toman una colación, y luego se retiran; un ómnibus se encarga de buscarlos a sus casas y llevarlos, a veces hacemos bailes y festejamos a los cumpleañeros del mes, todo es gratuito».

Ambas señalan que el objetivo del CAMI es que los mayores mantengan su autonomía, que sigan siendo independientes, se reconozcan sus derechos y evitar que sean internados en un hogar de ancianos, «acá le brindamos acompañamiento emocional y psicológico; tanto ellos como sus familiares y nosotros, recibimos capacitación permanente del Ministerio, por ejemplo en prevención de accidentes en el hogar, incendios, derechos, abusos». Y si alguno necesitan atención médica, cuentan con los servicios de la policlínica de la Asociación de Jubilados.

En puerta tienen por desarrollar un proyecto de huertas verticales que les fue aprobado, «querían cultivar plantas aromáticas, planteamos esa actividad y la Asociación nos permitió utilizar una de sus paredes, así que entramos a un programa de huertas que lleva Ruralidad y nos van a apoyar con técnicos y materiales, así que lo vamos a incluir como un taller más para nuestros integrantes; lo que cosechemos lo repartimos entre todos», finalizaron.