Apuesta por los jóvenes y sus visiones.
Luciana Buzzalino vive en Rincón de Pando, en el departamento de Canelones, desde hace seis años. Su vínculo con el campo es de toda la via: “soy nieta e hija de productores rurales”, cuenta.
Su vínculo con el campo fue cambiando con el tiempo: “Si bien yo siempre viví en el campo, nunca tuve la agricultura como opción laboral y de vida”, dice. Siempre pensó en estudiar una carrera, “con la idea de progresar”, pero no vinculada a la agricultura. Estudió profesorado de Literatura en el IPA, pero aún le quedan algunas materias para recibirse. Sin embargo, en este momento su prioridad es trabajar en la chacra y vivir de eso compartiendo el proyecto con su pareja.
Cuando Luciana conoció a su compañero de vida, él ya tenía la tierra, la había comprado “con mucho sacrificio”. “En ese momento él hacía mantenimiento de jardines, pero al revés que mi historia, él siempre había tenido claro que lo que quería era tener una chacra, poder plantar y vivir del campo, en el campo”, cuenta la joven.
Por un tiempo ambos se dedicaron a otros trabajos, hasta que pudieron empezar a vivir de la tierra: “Era una chacra que no tenía infraestructura, no teníamos acceso al agua en cantidad suficiente. Era una chacra pelada. Todo lo poco que tenemos hoy, que nos permite vivir, lo hemos ido construyendo con el tiempo… Eso implicó un tiempo de trabajo compartido con otros trabajos, para poder seguir subsistiendo, pero hoy en día los dos trabajamos en la chacra, es nuestra principal labor”, dice Luciana.
Producción variada
Plantan todo tipo de hortalizas: “Tratamos de que sea muy variado, pensando en los consumidores y pensando en nuestra producción. En la producción orgánica la variedad es muy importante porque genera un equilibrio que los monocultivos o los sistemas extensivos no lo tienen”, dice la joven.
Luciana y su pareja priorizan algunos cultivos como el tomate y el morrón, que los plantan en invernáculo. Luego, plantan a campo la mayor variedad posible. “Consideramos que es más sostenible que la agricultura convencional. La posibilidad de saber que nuestra tierra está sana, que no estamos agotando ningún recurso, sino que estamos trabajando para que ese recurso sea cada vez más rico (…) el agua también, sentimos que nuestra chacra, así como la de los compañeros productores orgánicos, favorece el medio ambiente y eso lo hace duradero en el tiempo”.
La comercialización y el vínculo con los consumidores
Desde hace unos meses, Luciana y su compañero forman parte del grupo de productores que comercializan en los “Jueves Orgánicos” del espacio Parque Posadas, y además tienen un sistema de reparto semanal de canastas en la Costa de Oro y Montevideo. También participan en la feria vecinal de Atlántida, los jueves.
“Conocemos a quien consume nuestros productos y tenemos diálogo directo, que nos hace conocer las necesidades, los gustos y las inquietudes de los consumidores. Es como un trabajo pedagógico también. La gente también se interesa mucho sobre qué significa ser orgánico, cómo es la vida del productor, qué variedades tenemos… cosas que cuando está el intermediario –que a veces también es necesario- la información se pierde por el camino”, explica la joven.
Luciana y su compañero forman parte de la Red de Agroecología: “Cuando empezamos a producir nos contactamos con algunos vecinos de la zona de Rincón de Pando que nos decían que teníamos que certificar la producción. Sin entender mucho de qué nos estaban hablando, nos fuimos acercando a la Red de Agroecología, a través de la regional Toronjil, y empezamos a participar de las reuniones y fuimos entendiendo la importancia de la certificación, del vínculo con los otros productores… esa dimensión también social que tiene la agricultura de estar en contacto con otros productores, consumidores y técnicos que integran la Red”, cuenta la productora.
En la actualidad, ambos jóvenes participan muy activamente de la Red: “Yo estoy en la coordinación de la regional y también vinculada con el resto de las regionales del país, a través de esta coordinación”, dice Luciana.
El rol de las políticas públicas en apoyo a la producción
“Estamos en un momento muy especial. Se ha trabajado mucho en el Plan Nacional de Agroecología, que es un paso muy importante, no sólo para los productores sino para quienes quieren consumir la producción orgánica… Estamos en un momento clave, expectantes de que todo ese trabajo que se ha hecho tenga sus frutos y sea tenido en cuenta”, dice la joven.
Sostiene que muchos de los productores cuentan con el apoyo del MGAP, por ejemplo en proyectos de agua, entre otros beneficios, y que hay quienes han accedido a tierra de Colonización: “La Red tiene vínculo con el Estado como para generar esos espacios de intercambio y de trabajo”, dice. “La agricultura familiar en general (…) sabemos que es un sector de la producción que no la tiene fácil y que necesita que las organizaciones generen este dinamismo con el Estado y poder obtener algún apoyo o reconocimiento a la importancia del sector… Es importante y necesario. Es lo que debe ser”, dice la joven.
Los hábitos alimenticios
“Yo creo que la gente cada vez se interesa más y también tiene acceso a información y va entendiendo que hay otros criterios a la hora de elegir el alimento. Que las frutas no tienen que ser preciosas y brillantes y parejitas, sino que hay una época para cada producción… que si los tomates no son todos del mismo tamaño no quiere decir que sean menos ricos o menos nutritivos, sino que el alimento tiene su valor no solamente estético. Que hay que priorizar otras cosas. Que la forma de producir es lo importante y que no es lo mismo consumir un producto que tuvo cierto tratamiento a uno que no tuvo contacto con ningún producto sintético de ningún tipo. Y que el hecho de llegar a los alimentos a través del productor, eso también la gente lo valora”, dice Luciana.
Los sueños
“Sueño con que algunas cosas se reviertan, como la explotación de los recursos naturales. Sueño con que la gente sea feliz haciendo lo que hace… si quieren vivir de la tierra que lo logren y que sean felices con eso. Sueño con que sea más justo ese vínculo con la tierra”, concluye La joven productora orgánica.
Fuente: Tacuarembo.net