No es la primera vez que una pandemia azota al mundo ni tampoco que una peste desestabiliza el Uruguay. ¿Cuáles fueron las primeras pandemias? ¿Hubo alguna situación similar a la actual en la historia de nuestro país?
El Historiador en Medicina Juan Ignacio Gil Pérez menciona la peste bubónica, también conocida como peste negra como una de las primeras que hubo en el mundo, en el siglo XIV. En 1790 los norteamericanos registraron brotes de fiebre amarilla. La epidemia, que se transmite a través de un mosquito, ya había llegado a varios países de América y no tardó en llegar a Europa.
Pero una de las primeras pandemias que hubo en el mundo, o al menos de la que primero se tuvo registro, fue la gripe de 1918, también conocida como gripe española. “No hubo país al que no llegara, en medio de la Primera Guerra Mundial, la gente moría en las trincheras, sufriendo terriblemente”, señala Gil.
Sin embargo, la historia de la medicina pudo conocer a lo largo de los años que la de 1918 no había sido la primera pandemia de gripe en el mundo, por medio de registros se pudo saber que hubo dos anteriores: en 1718 y 1808 respectivamente.
Uruguay sintió también la llegada de la gripe de 1918. No obstante, para ese entonces, nuestro país ya tenía dos antecedentes de enfermedades anteriores: fiebre amarilla y cólera.
La primera epidemia grande para Uruguay fue la de la fiebre amarilla en 1857, en pocas semanas murieron más de 500 personas. Gil menciona que para ese entonces ya vivíamos como República, ya teníamos autoridades sanitarias, y una junta económico administrativa.
Montevideo contaba además con el Hospital de la Caridad, hoy Hospital Maciel. Uno de los hombres más importantes para el Consejo de la Salud era Teodoro Vilardebó, quien murió a raíz de la epidemia de fiebre amarilla.
Más allá de la estructura urbana del momento, Montevideo se veía muy distinta en la forma de afrontar la pandemia a cómo se lleva adelante estos días. Según cuenta Gil, la gente no hacía cuarentena voluntaria y tampoco se les aconsejaba que lo hicieran.
Pese a que no se han hallado registros fotográficos de ese momento particular, un cuadro de Juan Manuel Blanes bien conocido retrata un episodio de fiebre amarilla. Sin embargo, se sabe que el cuadro remite a Buenos Aires y no a Uruguay.
Fuente: El País