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Paso de los Toros marchó por los desaparecidos y exigió respuestas sobre sus paraderos

Foto: Toros Dron

Con amplia asistencia los isabelinos cumplieron la noche de este lunes con la convocatoria de la Marcha del Silencio, la cual partió a las 19:00 horas desde la Av. 18 de Julio con Gutiérrez Ruíz hasta la Plaza Artigas, donde se leyó una proclama y se entonó el Himno Nacional.

Una enorme pancarta encabezó la movilización junto a carteles y fotografías de los 197 desaparecidos portadas por los marchantes de forma pacífica y muy sentida. En la plaza, velas encendidas en el piso formando la margarita que simboliza este movimiento, los recibió por vigésima novena oportunidad para dar paso a la lectura del documento que también se dio a conocer en todas las ciudades y localidades donde realizaron la actividad y que te la compartimos a continuación:

Mañana, lunes 20 de mayo a las 19:00, marcharemos una vez más por la avenida 18 de julio en un silencio absoluto, sosteniendo las fotos de nuestras familiares detenidas y detenidos desaparecidos, como cada año desde 1996. Nuevamente, las calles de la avenida principal de la capital se llenarán de personas reclamando por verdad, memoria y justicia, bajo la consigna: ¡Ellos saben dónde están! Exigimos respuestas. Nunca Más Terrorismo de Estado.

A lo largo y ancho de todo nuestro país esta consigna se replicará, así como en otros países, convencidos de que este reclamo es justo y necesario.

Nuestro pueblo ha abrazado esta causa, entendiéndola como justa y necesaria, y es quien sostiene y construye a mayo como el mes de la memoria. La marcha es una síntesis del trabajo que se viene realizando a lo largo de todo mayo e incluso antes.

Ya hace mucho tiempo que esta marcha ha dejado de ser nuestra, de los y las familiares, para ser de una gran parte del pueblo uruguayo, que la abriga y la sostiene, haciéndonos llegar muestras de afecto y esperanza que nos hacen posible continuar esta lucha. Mayo es el mes donde todas las generaciones se unen para sostener la memoria; las calles se visten con margaritas y fotos, con pintadas que recuerdan y reclaman, que dicen presente.

Este año volvemos a encontrarnos para reclamar por las respuestas que aún hoy se nos niegan. Una vez más, exigimos ¡que nos digan dónde están! Las Fuerzas Armadas, quienes secuestraron, torturaron, asesinaron y desaparecieron a nuestros familiares, saben muy bien qué fue lo que hicieron con ellos y ellas. Sin embargo, sostenidos por algún odio inentendible, insisten en mantener la verdad secuestrada.

La desaparición forzada es un crimen permanente que no sólo se ejerce sobre el cuerpo de la víctima, sino también sobre su familia. En nuestro presente, siguen desapareciéndoles, siguen violentándoles: a ellos, a ellas, a nosotros y nosotras: madres, hijos, compañeros, nietos.

El terrorismo de Estado se sigue ejerciendo sobre nuestra sociedad toda.

Volvemos a exhortar por la verdad y un compromiso del sistema político todo. Exigimos respuestas y la voluntad política que no ha llegado para demandar que se entregue la información que sabemos las Fuerzas Armadas mantienen retenida hasta el día de hoy. Una vez más decimos que es potestad del presidente de la República dar esta orden.

A casi un año de haber hallado los restos de una compañera en la trinchera 405 del Batallón de Infantería Paracaidista Nº 14 de Toledo, continuamos sin saber su identidad. La Fiscalía Especializada en Crímenes de Lesa Humanidad, la Institución Nacional de Derechos Humanos, el GIAF, el EAFF y nuestra Asociación continuamos trabajando para poder darle un nombre, pero es un proceso lento y doloroso ¿Cuánto más sencillo sería todo si quienes saben la verdad fuesen capaces de decirla?

Es imprescindible continuar preguntando y repreguntando. Excavar, remover, levantar toda la loza y toda la cal de todos los batallones, de todos los infiernos, de todos los silencios cómplices.

No podemos continuar buscando a ciegas: es necesario que quien tiene la información la otorgue, es urgente quebrar el silencio y romper, de una vez por todas, con la cultura de la impunidad.

Esta causa no puede ser utilizada en busca de rédito político. Aquí, no valen los discursos si no están acompañados de acciones claras que construyan memoria, verdad y justicia. No podemos dejar de nombrar que los trabajos de búsqueda en el Servicio de Material y Armamento, se encuentran detenidos hace ya dos años habiendo una zona cautelada. Las excavaciones en esta zona se encuentran pausadas por mera burocracia y actores estatales que continúan esquivando su responsabilidad y dilatando este proceso. Mientras tanto, los antropólogos aguardan para retomar sus tareas y los los familiares seguimos esperando.

Nos encontramos en un campo de disputa constante por la verdad, donde la memoria es atacada y se la intenta desfigurar; abundan los discursos negacionistas e incluso aquellos que justifican el terrorismo de Estado. Vemos cómo se investigan jueces por ejercer su función; cómo se censura al estudiantado cuando intenta manifestarse; cómo se incumple la ley al no permitir colocar una placa de memoria; cómo se cambian los planes de estudio para querer imponer una vez más el falso relato de la teoría de los dos Demonios negando o minimizando la responsabilidad del Estado y equiparándola al accionar de particulares.

Otra vez, después de tantos años, se intenta retroceder en las pocas conquistas alcanzadas. Empero, ante este embate de discursos y acciones regresivas, es nuestro pueblo el que responde y sostiene la memoria. Nuestro compromiso sigue siendo inclaudicable: defenderemos siempre la memoria y la verdad.

Nuestros desaparecidos fueron jóvenes, estudiantes, trabajadoras y trabajadores, cooperativistas, soñadoras y soñadores de futuros. Fueron hijas e hijos, madres y padres, hermanas y hermanos, vecinas y vecinos, compañeras y compañeros amados. Podrían haber sido mucho, mucho más. Pero los secuestraron. Hace más de 50 años que les estamos buscando y que seguimos esperando respuestas.

¿Cuánto tiempo más vamos a esperar? ¡Cuánta cobardía hay en la mentira y el ocultamiento!

Porque nuestros familiares continúan secuestrados hoy, es que continuamos convocándoles a acompañarnos en esta nueva Marcha del Silencio.

Aunque el tiempo corra, sabemos que no estamos solos ni solas, que siempre caminaremos junto a nuestro pueblo cada 20 de mayo, sosteniendo con amor la tarea tan grande de no olvidar. Porque desde distintos espacios se grita presente, desde el arte, las canchas y tribunas, los barrios y localidades: es que hay margaritas sembradas por doquier. Por ellos y ellas, por nuestro pueblo, es que nuestros desaparecidos y desaparecidas están y estarán vivos en nuestra memoria.

Nos negamos a olvidar, aunque se censuren margaritas, aunque las rompan: la memoria ya está sembrada. Las margaritas seguirán floreciendo y reclamando:

¡Ellos saben dónde están!

Exigimos respuestas.

Nunca Más Terrorismo de Estado

Memoria, Verdad y Justicia

Vea la transmisión de la marcha aquí donde dice video de Facebook: