La sexualidad, en todas sus facetas, tiene un gran beneficio físico y mental para la persona y también para la pareja (del tipo que sea). De entrada, el clímax sexual ejercita el cerebro en su conjunto, al generar un gran aumento del flujo sanguíneo, que distribuye todos los nutrientes y oxigenación necesarios para la mente.
Además, el sexo es uno de los ejercicios más completos que existe. No sólo está comprobado que consume una gran cantidad de calorías; es que además, al practicarlo, utilizamos un elevado número de músculos. Por no hablar de los beneficios para nuestro organismo al tratarse de una práctica esencialmente de tipo cardiovascular.
Otro beneficio atribuido a las relaciones sexuales es el aumento de la esperanza de vida. Estudios suecos, americanos y escoceses incluso lo han cuantificado y aseguran que hacer el amor tres veces a la semana aumentaría la esperanza de vida en 10 años.
Al mismo tiempo, la actividad sexual eleva la autoestima, estimula la creatividad, promueve el autoconocimiento y revitaliza. ¡Qué más podemos pedir!
Pero a pesar de conocer todos los beneficios que tiene, las parejas no siempre tienen “suficiente” sexo. En una relación, la pasión, como tal, dura aproximadamente un año. Creemos que el sexo fluye solo, pero no es así. Los inicios están influenciados por muchas hormonas, por la novedad, por la ilusión… aspectos que poco a poco van disminuyendo o vamos perdiendo.
De hecho, los tres factores que influyen de una forma negativa en el deseo sexual son la monotonía, la falta de sorpresa y la rutina. Los datos indican que la frecuencia sexual media es de 3,2 encuentros sexuales a la semana durante el primer año, de uno 1,9 encuentros semanales el segundo, y 1,1 durante el tercero.
La novedad y la sorpresa son elementos determinantes para mantener la pasión en las parejas estables.
Y un estudio con parejas estables que analizó qué factores son los esenciales para mantener el deseo y sexualidad determinó que son tres: la admiración, el echarse de menos y la novedad.
Por otro lado, también hay parejas sin sexo. Son esas parejas que tienen menos de 10 relaciones sexuales al año. En este caso debemos considerar qué ha llevado a la pérdida del vínculo sexual. Quizá es la falta de acoplamiento y de disfrute sexual lo que ha llevado a dejar de tener encuentros. O, en cambio, la falta de sexualidad es una consecuencia de otros problemas de pareja que bloquean esa intimidad: las discusiones, la rutina, la falta de afecto…
Comunicación sexual.
La realidad es que nos cuesta mucho hablar de sexo, poner encima de la mesa nuestros gustos y compartirlos con el o la compañera sexual. Pero si no tenemos esa comunicación es muy difícil conseguir mantener la pasión y poder seguir disfrutando de sexo de calidad.
Comentar los gustos sexuales con la pareja ayuda a ser un equipo para disfrutar los dos.
En este terreno, son muy importantes los hábitos de pareja. Y lo recomendable es establecer esa comunicación sobre sexo desde el principio; hablar de sexo como podemos hablar de cualquier otro tema. La naturalidad es la base. Igual que expresamos nuestros gustos culinarios cuando empezamos a conocer a nuestra pareja, también podemos comentar nuestros gustos sexuales y buscar ser un equipo para disfrutar los dos.
Juegos y juguetes sexuales.
Los españoles dedican solo 34 minutos semanales al sexo, así lo afirman los datos del Estudio Europeo sobre Satisfacción Sexual que realiza la empresa Pfizer. Pero aún hay esperanza, porque el Informe Durex sobre el Bienestar Sexual señala que las relaciones sexuales aumentan durante las épocas cálidas, de modo que es importante aprovechar los veranos para romper con esas estadísticas tan bajas y crear una nueva rutina y unos nuevos hábitos sexuales en la pareja con los que encajen palabras como la novedad, la creatividad, el sentido del humor, etcétera.
Y ahí pueden resultar de ayuda los juguetes sexuales, que ya no son un tabú pero seguimos sin saber mucho sobre ellos. El propósito de estos juguetes es dar un pequeño empujón extra a nuestra vida sexual, sea en soledad o en pareja. Ayudan a activar y a explorar sensaciones que quizá no podíamos conseguir utilizando únicamente el cuerpo.
Tenemos que dejar de creer en mitos en los que los juguetes reemplazan a la pareja. O que son para relaciones aburridas y monótonas. O para parejas insatisfechas. Y tampoco son ya solo para mujeres. Hay marcas especializadas en productos eróticos masculinos que intenta poner en igualdad a los hombres dentro del mercado erótico, donde la mayor parte de los productos están dirigidos a mujeres.
¡Nunca se debe perder la curiosidad! Por probar no pasa nada: si gusta, perfecto; y si no gusta, se habla con la pareja y resuelto.
Fuente: La Vangurdia.