Una opción contra la hegemonía de Google
Se apoya en el poder de la cadena de bloques
Descentralización y tokens: sus pilares
Para nadie es un secreto que nuestra sociedad, desde hace ya varios años, depende en muchos niveles de su dinámica diaria de Google, el monstruo tecnológico más poderoso del mundo, una versión moderna del imperio romano que, en lugar de atesorar tierras, controla el activo más importante de nuestra época: la información.
Lejos quedaron los primeros años de acceso a la red cuando decíamos «búscalo en Internet»: ahora todo se «googlea», sencillamente. Google es muchas cosas, pero sobre todo es un verbo, uno que ejecutamos —especialmente las nuevas generaciones— incontables veces al día: al buscar información en la red, al ubicarnos en el mapa, al consultar el precio de una divisa (que ya incluye en su lista bitcoin, bitcoin cash, ether y litecoin), al usar un teléfono Android. Somos cada vez más googledependientes, y eso está muy lejos de ser algo conveniente para nosotros por bastante más que un puñado de razones.
Desde el agresivo rastreo que los algoritmos de Google hacen de nuestras búsquedas —a fin de «personalizar» su publicidad cada vez más invasiva— hasta el deterioro de nuestra memoria (y con ella el de nuestras capacidades cognitivas e intelectuales) por tener siempre a la mano la información que necesitamos, las consecuencias de la googledependencia son de una variedad y de una complejidad alarmante.
Ante un dominio de tal magnitud, ya se ha emprendido más de una iniciativa para tratar de combatir la hegemonía del emporio de Larry Page, y aunque no es una tarea sencilla enfrentarse al Goliath del acceso a la información, ha habido avances significativos. Como ejemplo, el gobierno australiano llevó a cabo una investigación en diciembre de 2017 contra Google y Facebook por su interferencia en los medios noticiosos, en detrimento de lectores y anunciantes.
Una medida todavía más notoria estuvo a cargo de la Unión Europea en marzo de este año, quien multó al conglomerado tecnológico con 1,500 millones de euros por manipular registros de búsqueda publicitaria. La comisionada de las políticas de competencia de la UE, Margrethe Vestager, enfatizó el carácter ilícito de tales prácticas:
«Google ha consolidado su dominio en los anuncios de búsqueda en línea y se ha protegido de la presión competitiva imponiendo restricciones contractuales anticompetitivas en sitios web de terceros. Esto es ilegal según las normas antimonopolio de la Unión Europea. Esta práctica viciada se extendió por más de 10 años, durante los cuales negó a otras compañías la posibilidad de competir por los méritos e innovar y, a los consumidores, los beneficios de la competencia».
Como es evidente, más allá de la innovación está el problema central de la elección, de la posibilidad de ofrecerle opciones al usuario común que, acorralado por la omnipresencia de Google, no tiene más alternativa que usar sus servicios.
Ahora bien, si alternativas bien establecidas como DuckDuckGo y Qwant aún no gozan de la visibilidad suficiente para la mayoría de los usuarios a escala global, queda claro que cualquier otra iniciativa tiene un largo camino y un gran esfuerzo que realizar para seguir el mismo camino.
¿Pero si, por ejemplo, hubiese un cambio de paradigma en la creación de nuevas opciones? ¿Si, en lugar de apostarle a otro proyecto centralizado, se invirtiese en un buscador desarrollado por la comunidad, con código abierto e impulsado por la tecnología blockchain?
Esa es, precisamente, la dirección que ha tomado Presearch, un motor de búsqueda abierto y descentralizado con un sistema de recompensa por búsqueda, basado en tokens ganados por usar el buscador, cuya apuesta consiste en desarrollar y poner a prueba las herramientas adecuadas para enfrentar a los gigantes con mucho más que una honda virtual y una piedra binaria.
Presearch y blockchain contra la hegemonía de Google
La versión beta del buscador, lanzada recientemente, permite buscar en varios motores y proveedores en un mismo campo de búsqueda, y premia con 0.25 PRE —el token de la plataforma— cada vez que el usuario realiza una búsqueda, con un máximo de 8 PRE diarios.
Los desarrolladores están convencidos de que Presearch es el primer paso en la dirección correcta: acabar con la googledependencia. De hecho, no parece que estén hablando sin fundamento: más de la mitad de los testers ya son usuarios diarios de la plataforma, con un promedio de 20 páginas visitadas al día. El white paper del proyecto agrega más detalle sobre este enfoque:
«Estamos explorando un modelo que permitirá a los miembros ejecutar una extensión de navegador de Presearch (y potencialmente un navegador independiente) para actuar como rastreadores e indexadores web que construirían el índice de búsqueda mientras navegan por la web. Esto permitiría a Presearch sortear uno de los desafíos de rastreo más difíciles; bloqueado por webmasters. Los miembros que ejecuten nodos obtendrán tokens PRE a cambio de utilizar sus computadoras y conexiones de internet para Presearch».
La variedad de opciones ofrecida por el buscador permite al usuario, por una parte, personalizar al máximo su experiencia de navegación, y por otro lado, mantener en todo momento el control sobre sus datos personales. Dado que el sistema de tokens está basado en la blockchain, está protegido desde su concepción contra intentos de fraude, pues las transacciones quedan registradas con la inmutabilidad de que provee la cadena de bloques. Además, los smart contracts de Presearch permiten la generación de ingresos mediante avisos publicitarios, que serán divididos entre el usuario y la plataforma.
Comunidad y tokens: la estrategia de Presearch
Salta a la vista la complejidad y los costos asociados a un proyecto de la envergadura de un motor de búsqueda, además de la dificultad de enfrentar a un monstruo como Google. Hace ocho años, antes de que Presearch tomase su actual dirección, su equipo lo intentó de una manera que no resultó ser la más apropiada, como lo refiere su fundador, Colin Pape:
«Después de luchar frontalmente contra Google en el 2011 cuando bloquearon el acceso a nuestra red de ShopCity.com, nos dimos cuenta de que competir cara a cara no era una estrategia viable. Apenas escapamos de ese encuentro con ellos debido a una investigación antimonopolio en curso que arrojó algo de luz sobre nuestra situación. Esta vez, estamos adoptando un enfoque más estratégico».
Ahora, confían en un enfoque al margen de toda confrontación: centrado desde su origen en la participación de la comunidad, en el desarrollo sobre código abierto y el sistema de recompensas, Presearch comienza a recoger sus primeros frutos, especialmente luego de la exitosa venta de tokens en la que logró recaudar 16 millones de dólares para afianzar el despegue de la plataforma.
Para participar en la beta de Presearch basta con registrarse de manera gratuita en su sitio web. Aunque apenas esté despegando, esta es una manera real de sumarse a iniciativas que, más allá de planetar una lucha frontal contra la hegemonía, ofrece un camino mucho más silencioso pero eficaz: usar otras alternativas, tomarse la pastilla roja del derecho a elegir.