Queridos Reyes Magos, ya estoy grande y por eso no les pediré juguetes. Sí quisiera que en mi país y en mi barrio, los pibes encuentren la paz que buscan en las drogas y no la encuentran, por qué allí no está.
Que las mujeres, madres y niñas encuentren felicidad en sus hogares, que no las violenten ni las maten.

Que quienes buscan trabajo, encuentren cómo generar el sustento a sus familias.
Que los que no tienen casa, este año se les cumplan sueños de estabilidad.
Que los dolientes en hospitales reciban luz y sanidad.

Que vuelvan los valores de respetar la vida y la libertad.
Que quiénes obraron mal, recapaciten y puedan ser ejemplo de superación.
Que mis hijos crezcan sin temer a la guerra.

Que los políticos no se corrompan y piensen en quién los coloco en su lugar de privilegio.
Que exista entendimiento en quiénes piensan distinto, que nos tratemos mejor cada día.

Entiendo que para que se cumpla, más que Reyes, deberán ser Magos.

Sé que es bastante pero empecemos de a poco a regalarnos un mundo mejor, pensando en nuestros niños y el que llevamos dentro.

Fuente: Marcos Ademar Pereira