En poco tiempo, apenas se otorguen las autorizaciones ambientales, comenzará la construcción del nuevo trazado de la ruta nacional 20, en el tramo que vincula las ciudades de Young y Paso de los Toros. Será una intervención que actualizará el trazado, acortando la distancia actual y permitirá la circulación hasta los 90 kilómetros por hora. La construcción se realizará en tres tramos que se han adjudicado cada uno a una empresa: Stiller S.A., Cujó S.A. y Meliter S.A.

El informe ambiental resumen del proyecto, explica que comprende “la construcción y operación de una variante de la actual ruta 20, incluyendo 14,6 kilómetros de ruta nueva y 4 puentes sobre los arroyos Tala, Rolón, Islas de Argüelle y Tres Árboles, que vincularán la ruta 4 y la ruta 5, dando conectividad a Paso de los Toros con Young, Fray Bentos y otras localidades”.
Se espera con esta obra simplificar el tránsito actual en unos 20 kilómetros, construyendo una vía rápida, de velocidad de diseño de 90 km/h, con puentes insumergibles. El proyecto prevé un tránsito diario promedio anual de 179 vehículos, según estimaciones de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV), y que se captarán “unos 70 vehículos pesados más asociados a la industria forestal”.

Las obras tienen plazos estimados de 18, 15 y 15 meses, y entre las tres empresas se estima que trabajarán en total 97 personas.
El proyecto, agrega el informe, se complementa con las obras actualmente en ejecución de la Etapa 1 de rehabilitación de la ruta 20, desde el empalme con ruta 4 hasta los accesos del puente sobre el Arroyo del Tala, la ejecución de los nuevos puentes y mejora de la ruta desde el fin del tramo referido hasta el empalme con la ruta 5, lo que dará lugar “a una vía de tránsito este-oeste inmediatamente al norte del Río Negro”.

En cuanto a los principales efectos ambientales del proyecto sobre el entorno, se señala que se los espera durante la construcción de los puentes, “particularmente sobre el arroyo Tres Árboles, por el desarrollo del monte nativo en esa zona, incluyendo el ahuyentado de fauna durante la fase inicial”. Allí especifica que “debe quedar claro que se mantendrán pasajes secos para la fauna por debajo de los puentes”.
Se producirá además un “impacto socioeconómico asociado a la pérdida de territorio y conectividad que fue analizado específicamente”, en campos agrícolas, pero se estima que resultan “totalmente aceptables por los vecinos frente a la mejora en el tránsito y accesibilidad que representa el proyecto”.

El proyecto no contempla la utilización de plantas de asfalto y los hormigones serán elaborados in situ mediante motohormigoneras. El lavado de los equipos se realizará en plataformas y plantas de tratamiento y reutilización del agua resultante.

Cambio de planes

Hoy las ubicaciones correspondientes al inicio y fin de obra, se encuentran conectadas por una serie de caminos rurales intermitentes que utilizan los propietarios de los establecimientos.
La planificación original de este trazado data de los años 60, incluso en esa época fueron expropiados, pero dado que aún no se concretaba el proyecto, estaban siendo utilizados por los productores agropecuarios de la zona.

El caso más extremo es el de varios padrones que han sido afectados a un embalse. El 28 de noviembre de 2019, un grupo de vecinos, propietarios de padrones afectados por la nueva trazada, remitieron una nota a Dirección Nacional de Vialidad solicitando una modificación de lo que se había propuesto en el año 1962. Se fundamentó en que en parte del tramo definido se ubica hoy una represa. La misma fue construida sobre terreno ya expropiado por el Ministerio de Transporte, pero aprobada por la Dirección Nacional de Aguas (Dinagua), señala la publicación.

Fuente: El Telégrafo